La Vía Alquímica es un camino de fusión en la Unidad, a través de un proceso de transmutación de la energía y de la materia.

Se fundamenta en el Tantra, el Tao y la No-Dualidad.

Aquello que une estos tres caminos son la Presencia y el Corazón, entendidos como la expresión encarnada de nuestra Esencia y del Amor que somos.

A un nivel práctico, en este camino utilizamos diversas herramientas para activar nuestro observador interno y desarrollar una consciencia energética, psicológica, emocional y corporal, hasta reconocer nuestra verdad.

Todo este proceso se transita a través de esta observación que nos permite darnos cuenta de lo que Es a cada instante. El mantenimiento en el tiempo de esta observación nos va llevando, poco a poco, a un estado de aceptación sin juicio.

A medida que aprendemos a dejarnos caer en esta consciencia, la fuerza de la alquimia va surgiendo, pues la consciencia sin juicio es puro Amor y el Amor es movimiento y transformación.

Esta es la verdadera Alquimia.

En la Vía Alquímica aprendemos a mantenernos en esta consciencia gracias a diferentes recursos internos y prácticas que vamos integrando en nuestro día a día. Sin una integración real no se puede dar este proceso alquímico, pues esa transformación surge y se afianza en nuestra experiencia.

Viviendo, siendo, encarnando.